Un hotel con sabor a Barrio Gótico, en una calle que forma parte de la Barcelona romana de la que todavía quedan múltiples vestigios por descubrir, el complejo protege y expone en su interior tres partes del acueducto romano que podrás ver en la recepción. Con una decoración cuidada, en un ambiente elegante y cosmopolita, puedes optar por relajarte en el spa del hotel o disfrutar de las vistas sobre el centro de Barcelona en la magnífica terraza en lo alto del edificio con piscina acristalada, solárium y snack bar en verano.